"Aquel que conquista a otros es fuerte; aquel que se conquista a si mismo es poderoso" Lao Tse




jueves, 15 de marzo de 2012

El insomnio del mono loco

Uno de los síntomas más frecuentes en la consulta es el insomnio, ya sea asociado a cuadros depresivos, ansiosos o de otro tipo. Los mecanismos de producción del insomnio suelen repetirse en cada persona, puesto que está alimentado por las soluciones intentadas disfuncionales (SID) que mantienen el síntoma. Desde el punto de vista de la Terapia Breve Estratégica, hay que localizar las SID. para romper el círculo vicioso.

La prescripción que puede romper esta situación es la técnica llamada “como empeorar”. Consiste en pedirle al paciente que haga una lista o nos cuente, de que forma haciendo o no haciendo algo, podría empeorar su insomnio. En un principio puede desconcertarse con esta petición, pero le aclaramos que tenemos que ser unos expertos en estropear una cosa antes de mejorarla: “Si quieres enderezar una cosa aprende antes cómo torcerla aun más”. Se obtienen dos beneficios, uno paradójico: intento hacerlo mal pero mi mente se resiste y busca en dirección opuesta, por lo que solo se me ocurren formas de mejorar. Otro efecto, es que pensando en como empeorar descubra que ya esta haciendo cosas en esa dirección y siguiendo una lógica de la contradicción, cuando descubro que estoy haciendo algo mal, después lo evito es una secuencia temporal.
     En ambos casos alcanzo mi objetivo, anulo las SID que mantienen y empeoran el problema.

     En el caso del insomnio, como en muchos otros, se produce un fenómeno paradójico por el cual el sujeto pretende solucionar su problema forzándose a ello y presionándose para conseguirlo. Lo que obtiene, sin embargo, es que cuanto más se empeña en dormir más le cuesta.

     Buda, hablando de la mente, decía que era como un mono loco que va de rama en rama. No tenemos tanto control sobre la mente como nos gustaría. Nuestros pensamientos no paran en ningún momento, son como los tiburones. Estas “criaturas” necesitan estar permanentemente en movimiento para que el agua pueda pasar por sus branquias y oxigenarse. La mente de la mayoría de los mortales está en movimiento constante. Solo con un gran entrenamiento en meditación puede controlarse a este mono y darle un poco de cordura.

     Desde la TBE se pueden emplear estratagemas que facilitan todo esto. Con “apagar el fuego añadiendo más leña” (o mas prosaicamente “no quieres sopa, pues toma dos tazas”)lo que pretendemos es que ya que el sueño no aparece de forma espontánea, hacemos justo lo contrario: no duermo porque yo lo decido así. En el momento que veo que no logro conciliar el sueño y mi mente empieza a ir de rama en rama me levanto de la cama. Esto permite que se rompa el círculo vicioso. Dependiendo de cuales han sido las SID se establece una estrategia distinta adaptada para cada caso. Por ejemplo: me levanto de la cama y me quedo durante 15 minutos mirando por la ventana. Transcurrido ese tiempo vuelvo a la cama. Si el mono sigue dando guerra repito el proceso las veces que hagan falta. En este caso soy yo quien decide cuando y como se duerme y no el simio.

     Otro fenómeno que se suele presentar es el de las creencias con respecto al sueño que nos llevan a decidir si padecemos o no de insomnio. Nos podemos dejar influir por datos o información, como por ejemplo que hay que dormir mas o menos 8 horas. Dada la variabilidad en este tema es difícil determinar cual es la cifra adecuada para cada persona. Esto nos lleva a la necesidad de reestructurar esta creencia según la estratagema “hacer subir al enemigo al desván para después quitarle la escalera” (o según nuestra cultura: llevarle al huerto). No necesitamos dormir tanto como cree el paciente, pero aunque fuese así, vamos a comportarnos “como si” no lo necesitáramos. Con esta técnica, le pedimos al paciente que se levante una hora antes de lo habitual. Es una hora que me regalo, en la cual puedo hacer algo agradable para mí, lo que yo prefiera. Dejo de ser una víctima del insomnio para convertirme en el que manda y controla la situación. Además, soy una persona especial que necesito menos tiempo de sueño y aprovecho más mi vida. Siguiendo a P. Watzlawick, no vamos a ocuparnos de las propiedades o características del sueño (realidad de 1er orden), sino al significado o valor que le hemos dado (realidad de 2do orden).
“No son las cosas en sí lo que nos preocupa, sino las opiniones que tenemos de las cosas” Epicteto

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