"Aquel que conquista a otros es fuerte; aquel que se conquista a si mismo es poderoso" Lao Tse




viernes, 18 de marzo de 2011

Dialogo estratégico

        Posiblemente la aportación más novedosa e interesante a la terapia breve, sea el diálogo estratégico. Una técnica eficaz en la que el interlocutor es conducido dulcemente, a adoptar una nueva perspectiva. De tal forma que se crea una necesidad de cambio, llegando a ser inevitable. En las siguientes líneas, hago un resumen del libro “El dialogo estratégico” de Giorgio Nardone y Alessandro Salvini, espero que sirva facilitar su comprensión.

Descubrimiento de lo olvidado.

“No es necesario violentar la naturaleza, sino persuadirla”.   Epicuro

1. El diálogo, la dialógica y la dialéctica: las formas sutiles de persuasión.

Significado etimológico del dialogo, dia-logos “inteligencia a dos, intercambio o encuentros de inteligencias”.

Protágoras: Se sirve de la eficacia persuasiva del lenguaje con “el arte de disputar”, dialogo erístico (eristike techne), para persuadir al interlocutor de su propia tesis. Hacer preguntas más que proponer afirmaciones; preguntas estructuradas sucesivamente para hacer evolucionar las respuestas del interlocutor en la dirección deseada por el persuasor. El secreto residía en evitar contrastar las convicciones que se querían deconstruir con contra-afirmaciones; guiando, en cambio, al interlocutor a descubrir las alternativas a través de preguntas sabiamente propuestas. Éste se convencía de que las tesis sobre las que al final estaba de acuerdo eran un descubrimiento suyo, no propuestas o imposiciones.

Sócrates: Practica la dialéctica, el dialogo orientado a la búsqueda de la verdad, no a la negación de la opinión de la tesis adversaria. La técnica consistía en admitir como hipótesis las afirmaciones del interlocutor y en hacer ver que, de aquéllos presupuestos, se llega a consecuencias inaceptables; se le ayuda a alcanzar, con su misma razón, nuevas verdades. Ayuda al individuo a conocerse a sí mismo y la realidad que lo rodea.

Platón: introduce su propia ideología absolutista. La dialéctica platónica es inductiva, avanza de concepto en concepto hasta “las ideas”, la metafísica. Aparece la idea de verdad absoluta y filosofía y fe se unen.

Escuela de Palo Alto: Estudio de los seres humanos, de su interacción, sana o enferma, pacífica o conflictiva, basado en la pragmática de la comunicación. Propone una metodología ligada al constructor por el que la comunicación “construye” la realidad.



2. Conocer cambiando: el dialogo estratégico.

“Ten muy claro lo que has de decir: las palabras vendrán” Catón.

El modelo estratégico se ocupa del modo en que el hombre percibe y gestiona la realidad propia a través de la comunicación consigo mismo, los demás y el mundo, transformándola de disfuncional en funcional, con el fin de poder actuar sobre ella.

Los problemas del hombre son el producto de la interacción entre individuo y realidad, por lo que remontarse a los orígenes del problema es a menudo una desviación para hallar las soluciones. Por lo que, el trabajo del terapeuta estratégico se enfoca no sobre el “por qué existe” el problema, sino sobre “cómo funciona” y sobre todo “qué hacer” para resolverlo, llevando a la persona  a cambiar no sólo sus propios comportamientos sino también las propias modalidades perceptivas y de atribución causal.

El constructor operativo fundamental es el de solución intentada formulado por el Mental Research Institute (MRI): son las reacciones y comportamiento llevados a cabo por las personas para afrontar las dificultades en la relación consigo mismas, con los demás y con el mundo, que complican más que resuelven, y que terminan por volverse rígidos en redundante modelos disfuncionales de interacción con la realidad. El problema existe precisamente en virtud de lo que se ha hecho para intentar resolverlo.

Esta solución se convierte en clave para estudiar las trampas (mentales, emotivas y relacionales) en las que se incurre y también determinar los estímulos estratégicos del cambio: “conocer los problemas a través de la solución”.

Después de cada cambio o resultado obtenido, se procede a una redefinición del cambio mismo y de la situación en evolución.

La primera sesión es una estratagema terapéutica. Las preguntas, no solo guían para comprender el problema, además inducen al paciente a “sentir” las cosas de modo diferente y, en consecuencia, a cambiar sus reacciones, descubriendo recursos bloqueados por las percepciones anteriores, rígidas y patógenas.

Las preguntas son cerradas, en una especie de ilusión de alternativas, las personas responden con una de las dos respuestas planificadas. Es como un embudo que se estrecha y lleva al conocimiento conjunto de paciente y terapeuta; no de las causas del problema, sino de cómo lo gestiona y cómo funciona el problema. Surge de forma evidente que las soluciones por él adoptadas son disfuncionales.


La estructura del dialogo estratégico.

1. Las preguntas con ilusión de alternativas.

Parten de interrogaciones, primero más generales, que en un proceso en espiral, se estrechan, sobre la base de las respuestas, estructurándose en torno a las particularidades de las situaciones y poniendo en evidencia los puntos críticos. Las preguntas, proponen como alternativas de respuesta, pares de reacciones opuestas al problema. Llevan al interlocutor a que descubra de qué forma él es artífice de su destino. “El verdadero viaje de descubrimiento no es ver mundos nuevos sino cambiar los ojos”. M. Proust.

2. Las paráfrasis reestructurantes.

Sigue a una secuencia de dos o tres preguntas: se utilizan las respuestas para formular una definición del problema que verifique la correcta comprensión, de forma humilde, que no valore ni interprete.
Se da la sensación de ser respetado y no obligado, y considerado más que descalificado. Esto elimina resistencias e incomprensiones, pues es inducido de forma indirecta.

Parafrasear estratégicamente puede inducir el cambio o inducir a cambiar de dirección en la indagación.

3. Evocar sensaciones.

Figuras retóricas y forma poéticas pueden usarse para hacer sentir. Se orientan sus efectos en dirección opuesta respecto a las actitudes y comportamientos que han de interrumpirse o cambiarse, y de forma ensalzada respecto a aquellas reacciones que hay que incentivar o incrementar.

4. Resumir para definir.

Redefinir de forma concluyente los descubrimientos que hemos hecho de forma conjunta respecto al problema presentado, a su persistencia y, sobre todo a las soluciones, como consecuencia lógica del conocimiento alcanzado. Consolida e incrementa todos los efectos inducidos anteriormente.

La redundancia al resumir, presentada de manera retórica, tiene efectos sugestivos que potencian el efecto de la maniobra. Se le añade un efecto hipnótico.

Se trabaja a la vez sobre cuatro niveles psicológicos; percepción emoción, conducta y cognición, mediante dirigir sin dirigir.

5. Prescribir como descubrimiento conjunto.

“Al final del viaje nos encontramos en el punto de partida”. T.S. Elliot.

Transformar en tareas lo que se ha descubierto, acordado o redefinido. Se dan prescripciones para que se realicen entre una sesión y otra. En esta parte no existe diferencia con el estilo terapéutico anterior a esta técnica.

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